Con sede en Barcelona, Isern Serra fundó su estudio de interiorismo homónimo en 2008, y hoy es una de las firmas de diseño más versátiles de la escena española. Con delicadeza y sensibilidad cultural, desarrolla un lenguaje arquitectónico que tiene muy en cuenta la materialidad y el concepto en cada proyecto. El resultado son formas contemporáneas, vibrantes y esenciales con claras raíces mediterráneas. La pureza de las líneas contrasta con la riqueza de las texturas, lo que se traduce en un diseño táctil, sereno y atemporal. Lo crudo con lo elaborado, la sofisticación con la desnudez, lo tradicional con lo digital, lo escultural con la síntesis, lo real con lo onírico. Es una sencillez vernácula con una mirada actual.
Todos sus ambientes invocan incesantemente lo sensible y lo humano. Son lugares, estructuras y objetos singulares, capaces de evocar atmósferas únicas y evocadoras que mezclan la realidad con la imaginación. En ellos, los sentidos y la experiencia física del espacio, las texturas y la luz sitúan a las personas en el centro.
La funcionalidad, la durabilidad y la calidez son los componentes principales de la obra de Serra. La combinación de técnicas tradicionales y artesanales con procesos contemporáneos más experimentales, los colores neutros, las piezas únicas y a medida o los rasgos locales caracterizan los proyectos del estudio, que incluyen muebles, iluminación, dirección creativa, espacios, instalaciones expositivas y más. Es este enfoque multidisciplinar, inmersivo y global del diseño el que está redefiniendo los nuevos interiores en nuestro país. Texto por Rocío Ley
“En nuestras manos está el que sea posible el progreso, los modernos sistemas de edificación y la prefabricación conservando la calidad humana que tenían las construcciones populares de otras épocas. Uno de los problemas más importantes para un arquitecto moderno es el hacer compatible el progreso con la humanidad que irradian las viejas construcciones”. José A. Coderch de Sentmenat. Historia de unas castañuelas (Revista del COAM), 1987.
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EQUIPO
ISERN SERRA, Fundador
AASHEEN MITTAL, Diseñadora de interiores
ARAN ESCUDERO, Diseñadora de interiores
CRISTINA MARHUENDA, Diseñadora de interiores
ADRIANA CELA, Diseñadora de interiores
MERCE JANE, Contable
Isern Serra (Barcelona, 1981) se forma en Diseño de Espacios en la escuela Eina de su ciudad. Tras realizar el último año en el Politecnico di Milano, se traslada a Bélgica para trabajar en la empresa Fractal. En 2005 regresa a Barcelona fichado por el estudio de Antoni Arola, donde descubre la importancia de la luz y despierta su interés por los espacios expositivos. En 2008 decide abrir su propia firma, a la búsqueda de la belleza en la simplicidad formal. En 2020, con el proyecto de su propia casa, llega un punto de inflexión: el estudio se abre al mundo y empieza a reconocerse. Compagina su carrera profesional con la docencia, su trabajo ha sido expuesto por todo el mundo y forma parte de la prestigiosa lista AD100.

Hay algo que remite al pasado y al futuro en los espacios de Isern Serra pero que, sin embargo, sirve como retrato de ahora mismo. Isern está en el cruce de los clásicos de modernidad catalana -Sert, Milá, Coderch- con el futurismo casi imposible de un render. La huella de Isern Serra actualiza lo mediterráneo pero no es esclava de un canon que, hoy, sobrevive objeto de lujo en Menorca o Formentera. En las obras de Serra hay más conductos de refrigeración que porches ibicencos, y surgen más habitáculos y estancias hechos con pladur que racionales saloncitos burgueses. Hay curvas, bancos de obra, mesas monolíticas, cortinas de suelo a techo… La de Isern es una modernidad monocromática y escenográfica; sobria aunque bastante espectacular. Y es más deudora, al final, de la ciudad posindustrial que del paisaje de Cadaqués.


Isern Serra y su equipo saben convertir oficinas en casas para soñar, proyectan oficinas donde podrías rodar una película y sus restaurantes resultan lujosos y acogedores sin los típicos símbolos de estatus: esta, en realidad, posiblemente sea la tradición barcelonesa que más decididamente continúa. Uno conoce una ciudad por sus restaurantes. El estilo de Serra es instantáneamente reconocible, y sus clientes, tanto corporativos como particulares, un quién es quién de la gente que está escribiendo los nuevos capítulos de la industria y la creatividad de nuestro país. O al menos así es como nos gustará interpretarlo, dentro de veinte años, cuando sigamos escribiendo sobre él. Texto por Daniel Garcia